CAPÍTULO 30. EL JOVEN RICO. “Una lección para Los Cristianos Avaros”
Mientras me encontraba en Monterrey,
Michigan, el 8 de Octubre de 1854 se me mostró en visión que la condición de muchos
observadores del sábado era como la del joven rico que acudió a Jesús para
averiguar lo que debía hacer a fin de heredar la vida eterna.
"ENTONCES VINO UNO Y LE DIJO: Maestro bueno, ¿Qué bien haré para tener la vida eterna? Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno si uno: Dios.
Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía
muchas posesiones.
"ENTONCES JESÚS
DIJO A SUS DISCÍPULOS. De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los
cielos. Otra vez os digo, que
es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en
el reino de Dios. Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran
manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Y mirándolos Jesús, les
dijo: Para los hombres esto es imposible; más para Dios todo es
posible" (Mat. 19:16-26).
JESÚS LE CITÓ AL JOVEN RICO CINCO DE LOS ÚLTIMOS SEIS MANDAMIENTOS, y también el segundo gran mandamiento que sirve como base a los últimos seis.
El joven pensó que había
guardado los que Jesús mencionó. El Señor no habló de los primeros cuatro
mandamientos, que contienen nuestro deber hacia Dios.
EN RESPUESTA A LA PREGUNTA
DEL JOVEN: "¿Qué más me
falta?" Jesús le contestó: "Si quieres ser (160) perfecto, anda vende
lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo". Ahí
estaba su deficiencia. Falló en
guardar los primeros cuatro mandamientos, y también los últimos seis. Falló en amar a su prójimo como
a sí mismo. Jesús dijo:
"Dalo a los pobres". Jesús tocó sus posesiones. "Vende lo que
tienes y dalo a los pobres".
EN
ESTA REFERENCIA DIRECTA SEÑALÓ CUÁL ERA SU ÍDOLO. Su amor a las
riquezas era supremo, por lo tanto era imposible que él amara a Dios de todo
corazón, con toda el alma y con toda la mente. Y ese amor supremo por
sus riquezas cerró sus ojos a las necesidades de sus semejantes. NO AMÓ A SU PRÓJIMO COMO A SÍ MISMO,
y por lo tanto falló en guardar los últimos seis mandamientos. Su corazón
estaba con su tesoro. Fue absorbido por sus posesiones terrenas.
AMABA SUS POSESIONES
MÁS QUE A DIOS, MÁS QUE AL TESORO CELESTIAL. Escuchó las condiciones de boca de
Jesús. Si vendiera sus bienes y diera el producto a los pobres, tendría tesoro
en el cielo. Esa era una prueba para establecer cuánto más apreciaba la vida
eterna que las riquezas.
¿Se Aferró Él A La Posibilidad De Recibir La Vida Eterna? ¿Luchó Sinceramente Por Remover El Obstáculo Que Se Encontraba En El Camino Que Debía Recorrer Para Tener Un Tesoro En El Cielo? Oh, No; en cambio "se fue triste, porque tenía muchas posesiones".
SE ME LLAMÓ LA ATENCIÓN A ESTAS PALABRAS: "Es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios".
JESÚS DIJO: "Para los hombres esto es imposible; mas para
Dios todo es posible".
EL ÁNGEL DIJO: "¿Permitirá Dios a los ricos
quedarse con sus riquezas y al mismo tiempo entrar en el reino de Dios?" Otro ángel contestó: No, Nunca".
VI QUE
EL PLAN DE DIOS ES QUE ESAS RIQUEZAS SE UTILICEN DEBIDAMENTE, que se distribuyan
para bendición de los necesitados, y para hacer avanzar la obra de Dios. Si
los hombres aman sus riquezas más de lo que aman a sus semejantes, más
de lo que aman a Dios o las verdades de su Palabra, si sus corazones
están con sus riquezas, no podrán tener vida eterna. Estarán más dispuestos a abandonar la
verdad que a vender sus posesiones y dar el producto a los pobres.
EN ESTO
SE LOS PRUEBA para demostrar cuánto aman a Dios, y cuánto aman la verdad; lo
mismo que el joven de la Biblia, muchos se van tristes porque no pueden
tener sus riquezas y también un tesoro en el cielo. No pueden tener
ambas cosas, de modo que se arriesgan a (161) perder la vida eterna por
conservar las posesiones mundanales. "Es
más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el
reino de Dios".
PARA
DIOS TODO ES POSIBLE. La verdad entronizada en el corazón por el Espíritu de
Dios hará desaparecer el amor por las riquezas. El amor a Jesús y por las
riquezas no puede permanecer en un mismo corazón. El amor de Dios sobrepasa
tanto el amor a las riquezas que quien lo posee se desprende de sus riquezas y
transfiere sus afectos a Dios.
MEDIANTE
EL AMOR ES EN ADELANTE INDUCIDO A PROVEER RECURSOS PARA LA CAUSA DE DIOS. Experimenta un placer
supremo al disponer correctamente de los bienes del Señor. Predomina el amor a
Dios y a sus semejantes, y todo lo que tiene no lo considera suyo propio, sino
que cumple fielmente su deber como mayordomo de Dios.
ASÍ PUEDE
CUMPLIR LOS DOS GRANDES MANDAMIENTOS DE LA LEY: "Amarás al Señor
tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente"
(Mat. 22:37). "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mat. 22:39).
EN
ESTA FORMA ES POSIBLE QUE UN RICO ENTRE EN EL REINO DE DIOS. "Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o
hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre,
recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Pero muchos
primeros serán postreros, y postreros, primeros" (Mat. 19:29-30).
AQUÍ
ESTÁ LA RECOMPENSA para los que se sacrifican por Dios. Reciben cien veces
más en esta vida y también heredará la vida eterna. "Pero muchos primeros serán postreros, y postreros,
primeros".
SE ME MOSTRÓ AQUELLOS que reciben la verdad pero no viven de acuerdo con ella. Se aferran a sus posesiones y no están dispuestos a distribuir parte de sus bienes para hacer progresar la causa de Dios. No tienen fe para aventurarse y confiar en Dios. Su amor a este mundo absorbe su fe.
DIOS pide una parte de sus bienes, pero ellos no le obedecen. Razonan que han trabajado
duramente para obtener lo que poseen, de modo que no pueden prestarlo al Señor,
porque temen padecer necesidad. "Hombres de poca fe" (Luc. 12:28).
EL
MISMO DIOS que cuidó a Elías en tiempo de hambre, no dejará abandonado a ninguno de sus hijos abnegados. El
que tiene contados los cabellos de las cabezas de sus hijos, los cuidará
y los sustentará en el día cuando haya hambre.
MIENTRAS LOS
MALVADOS perezcan a su alrededor por falta de pan, su pan y su agua estarán seguros. Los que sigan aferrándose a su
tesoro terrenal, y no dispongan en forma adecuada de lo que Dios les ha
prestado, (162) perderán su tesoro en el cielo y también la vida
eterna.
DIOS en
su providencia ha enternecido los
corazones de algunos que poseen riquezas, y los ha convertido a la verdad,
para que con sus bienes contribuyan a mantener en marcha su obra.
Y SI LOS QUE SON RICOS NO HACEN ESTO, si no cumplen el propósito de Dios, él los pasará por alto, y traerá a
otros para que llenen su lugar y cumplan su propósito, y distribuyan
gozosamente sus posesiones para satisfacer las necesidades de la causa de Dios. En esto serán primeros.
DIOS TENDRÁ EN SU CAUSA A PERSONAS QUE HARAN ESTO. Él podría enviar recursos financieros desde el cielo para llevar adelante su obra; pero él no trabaja en esta forma.
HA DISPUESTO que los
seres humanos sean sus instrumentos, y que así como se efectuó un gran
sacrificio para redimirlos, también ellos desempeñen una parte en esta obra de
salvación, sacrificándose por los demás, y al hacerlo muestren cuánto
aprecian el sacrificio que se hizo por ellos.
SE ME
DIJO QUE PRESTARA ATENCIÓN A LO QUE DICE SANTIAGO 5:1-3: "¡Vamos ahora,
ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están
podridas, y vuestras ropas están comidas de polillas. Vuestro oro y plata están
enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo
vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días
postreros".
VI QUE
ESTAS TEMIBLES PALABRAS SE APLICAN ESPECIALMENTE A LOS RICOS QUE PROFESAN CREER
LA VERDAD PRESENTE. El Señor los llama a usar sus recursos a fin de hacer
progresar su causa. Se les presentan oportunidades, Pero Ellos Cierran Sus Ojos a las necesidades de la causa, y se
aferran a su tesoro terrenal.
SU AMOR POR EL MUNDO ES MAYOR que su amor por la verdad, su amor por sus semejantes o su amor por Dios. El pide que le den de sus bienes, pero ellos retienen lo que poseen en forma egoísta y codiciosa. Dan un poquito una vez u otra para tranquilizar su conciencia, pero no han vencido su amor por este mundo. No se sacrifican por Dios. El Señor ha traído a otros que aprecian la vida eterna, y que pueden sentir y comprender algo de lo que vale el alma, y que han dado abundantemente de sus recursos para hacer progresar la causa de Dios.
La obra está por concluirse, y pronto ya no se necesitarán los
recursos de los que han conservado sus riquezas, sus grandes granjas, su
ganado, etc.
Vi Al SEÑOR
volverse airado hacia tales personas, y pronunciar estas palabras: "¡Vamos ahora,
ricos!" Él ha llamado, pero no habéis (163) querido escuchar. El amor a
este mundo ha ahogado su voz. Ahora ya no os necesita, de modo que os deja
diciéndoos: "Vamos ahora,
ricos!"
VI QUE ERA ALGO TERRIBLE ser abandonado por el Señor en esa
forma, que era algo espantoso aferrarse a los bienes perecederos de este mundo,
cuando él ha dicho que si vendemos y damos ofrendas, podemos hacernos tesoros
en el cielo.
SE ME MOSTRÓ Que Al
Concluirse La Obra, y al avanzar la verdad con gran poder, esos hombres ricos traerán
sus recursos y los colocarán a los pies de los siervos de Dios, rogándoles que
los acepten. La respuesta de los
siervos de Dios será: ¡Vamos ahora, ricos!" vuestros recursos ya
no son necesarios. Los retuvisteis cuando hubierais podido hacer bien haciendo
progresar la causa de Dios. Los necesitados han sufrido, porque no han sido
bendecidos con vuestros recursos. Dios no aceptará vuestras riquezas ahora. "¡Vamos
ahora, ricos!"
LUEGO SE ME DIJO QUE
PRESTARA ATENCIÓN A ESTAS PALABRAS: "He aquí, clama el jornal de los obreros que han
cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por
vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del
Señor de los ejércitos" (Sant. 5:4).
VI QUE DIOS NO ESTABA EN TODAS LAS RIQUEZAS QUE SE OBTIENEN.
CON Frecuencia Satanás tiene mucho más que ver que Dios con la adquisición de propiedades. Muchas riquezas se obtienen porque no se paga con justicia a los obreros.
EL HOMBRE RICO naturalmente es codicioso, obtiene sus riquezas oprimiendo a sus obreros y sacando ventaja de la gente cuando quiera que puede hacerlo, con lo cual añade a un tesoro que devorará su carne como fuego.
ALGUNOS no siguen una conducta honrada ni sincera. Los tales deben actuar en forma
muy diferente y trabajar rápidamente para redimir el tiempo.
MUCHOS OBSERVADORES DEL SÁBADO YERRAN EN ESTO. Se aprovechan de sus hermanos pobres, y los que tienen abundancia de recursos exigen a sus hermanos que están en situación embarazosa y angustiosa por falta de recursos, un precio superior al valor real de las cosas que les venden, mucho más de lo que ellos mismos pagarían.
Dios conoce todas estas
cosas. Todo acto egoísta, toda extorsión codiciosa, traerá su
recompensa.
VI QUE ES CRUEL E INJUSTO no tener consideración de la situación de un hermano. Si él está angustiado y empobrecido, a pesar de hacer lo mejor que puede, se le debe hacer alguna concesión.
Ni (164) siquiera se le debe exigir el pleno valor de
las cosas que compre a los ricos; sino que ellos deben manifestar
compasión hacia él. Dios aprobará tales actos de bondad, y el que los
haga no perderá su recompensa.
PERO una terrible cuenta subsiste
contra muchos observadores del sábado por actos de egoísmo y avaricia.
ME FUE
RECORDADO UN TIEMPO EN EL CUAL ERAN POCOS LOS QUE ESCUCHABAN Y ABRAZABAN LA
VERDAD. Estos no tenían muchos bienes de este mundo. Las
necesidades de la causa se dividían entre muy pocos. Entonces era
necesario que algunos vendiesen sus casas y tierras, y consiguiesen
otras más baratas para usarlas como refugio u hogar, mientras que prestaban
libre y generosamente sus recursos al Señor para publicar la verdad y
ayudar de otras maneras a hacer progresar la causa de Dios. Mientras contemplaba a estos
hermanos abnegados, vi que habían soportado privaciones para beneficiar a la
causa.
VI A
SU LADO A UN ÁNGEL QUE SEÑALABA HACIA ARRIBA Y DECÍA: "¡Tenéis bolsas
en el cielo! Tenéis en el cielo bolsas que no envejecen. Resistid hasta el fin
y grande será vuestra recompensa". Dios ha estado obrando en muchos
corazones. La verdad por la cual unos
pocos se sacrificaron tanto, a fin de presentarla a otros, ha triunfado, y
multitudes la han aceptado.
EN SU PROVIDENCIA DIOS HA OBRADO EN CIERTAS PERSONAS ACAUDALADAS, y las ha traído a la verdad a fin de que a medida que la obra crece, sean suplidas las necesidades de la causa. Muchos recursos han ingresado en las filas de los observadores del sábado, y vi que Actualmente Dios No Exige las casas que la gente necesita para vivir, a menos que se quieran cambiar casas costosas por otras más económicas.
PERO Si Los Que Están En
La Abundancia No Oyen Su Voz para separarse del mundo y no hacen un
sacrificio para Dios, vendiendo parte de su propiedad y tierra, él los
pasará por alto, y llamará a quienes estén dispuestos a hacer cualquier cosa
para Jesús, hasta el punto de vender sus casas para satisfacer las necesidades
de la causa.
DIOS QUIERE OFRENDAS VOLUNTARIAS. Los que den deben considerar que es privilegio el poder hacerlo. Algunos dan de su abundancia, pero no les falta nada.
No se niegan especialmente de ninguna cosa
por la causa de Cristo. Todavía tienen todo lo que el corazón puede desear. Dan
liberalmente y de corazón. Dios los observa y conoce y percibe con exactitud
sus acciones y motivos. Ellos no perderán su recompensa.
LOS QUE NO PUEDEN DAR CON TANTA LIBERALIDAD, no deben excusarse porque no pueden hacer tanto como otros. Haced lo que podáis. Privaos de (165) algunas cosas que no son indispensables y sacrificaos por la causa de Dios.
Lo mismo que la viuda, dad vuestras
dos moneditas. Y en realidad daréis más que todos los que dan de su
abundancia; y sabréis cuán dulce es negarse a sí mismo para dar a los
necesitados, sacrificarse por la verdad y hacerse tesoros en el cielo.
SE ME
MOSTRÓ QUE LOS JÓVENES, especialmente los varones jóvenes, que profesan la verdad,
tienen que aprender una lección de abnegación. Si éstos hicieran más
sacrificios por la verdad, la tendrían en más estima. Afectaría su
corazón y purificaría sus vidas, y la considerarían más sagrada.
LOS JÓVENES No Soportan La Carga De La Causa De Dios, ni sienten ninguna responsabilidad con respecto a ella. ¿Es porque Dios los ha excusado?
OH, NO;
¡ellos se excusan a sí mismos! Ellos
están aliviados y otros se encuentran cargados.
NO COMPRENDEN que no se pertenecen a sí mismos. Sus fuerzas y su tiempo no son suyos. Han sido comprados por un precio. Un costoso sacrificio se hizo por ellos, y a menos que posean el espíritu de abnegación y sacrificio, Nunca podrán poseer la herencia inmortal.
TESTIMONIO 4 PARA LA IGLESIA (1857). TOMO 1/EGW/MHP
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